Su
perfume olía mejor. Yo lo sé.
El amor
también.
Cabe
mejor en sus clavículas que en las mías.
A veces
todavía te sueño correr entre la niebla hacia ella.
Yo soy
la que se queda mirando la escena.
Siempre
soy la que mira la escena.
Corres y
siento tu cuerpo frio y sudado.
La gota
que siempre se te forma en la patilla ahora corre hacia abajo y está llegando a
tu cuello.
La gota
también ya está fría.
Pero vos
seguís corriendo hacia ella
y yo me
rompo
un
poquito más cada 10 metros que te acercas
¿Qué fue
lo que hizo diferente?
Poético blog, te animo a continuar. Saludos.
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