Siento mi pecho achicarse cuando mis ojos leen lo inevitable. Las preguntas que había hundido en el fondo del mar reflotan sobre mis ojos, los inundan, y no hay balde que cese este desastre. Mi pecho se achica pero no los "¿por qué?” que sostienen la tormenta. Las dudas, los reproches, mi inseguridad. Llueve. y el paraguas me lo olvidé en otra vida. Llueve. y no hay respuestas para este daño. El meteorólogo anuncia un sol despejado para la semana. (Recién es lunes) Todavía me quedan días para hacerle entender que adentro mío siempre llueve y que mi pecho se sigue achicando hasta que un viernes, el día de la esperanza, llega tu abrazo a decirme “ya salió el sol”.
Entradas
Mostrando las entradas de abril, 2019
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Las cargas afectivas a veces pesan. Llevarte puesto a esa persona implica llevar con vos todo aquello que trae encima. Y no sé si me gusta tanto.. Cuando tu afectividad y la mía chocan como ondas magnéticas. dejo de creer en tu capacidad de resarcimiento Porque ya está todo dicho o todo listo para saltar al abismo o intentarlo una vez más.
- Obtener vínculo
- X
- Correo electrónico
- Otras apps
Me puse tu remera para dormir. Yo me puse tu remera. Yo, que hace diez minutos jure desentenderme de absolutamente todo lo que tenga que ver con vos. ¿Qué te puedo decir? la línea es muy fina la línea entre el masoquismo y la tristeza ¿Qué te puedo decir? me rompiste y yo solo pienso en que momento del dia mañana puedo ir a tocarte el timbre